sábado, 28 de mayo de 2016

a tardes

Escúchame, antes de que sea tarde, antes de mis ahora o nunca que acaban en nunca, porque para qué. Escúchame y deja de mirarme sin más, mírame por dentro. Despierta, abre los ojos, en serio, ¡mírame! No ves que sólo soy alguien a quién tiraron en medio de la calzada, que me rescataron como a un animal herido. Quedan cicatrices estratégicamente escondidas debajo de todo este maquillaje. Quizás no estás preparado para verlo. Hazme una señal, enciende el faro, que yo sobre todo peco de inconsciente y por orgullosa me voy a buscar otro puerto dónde volver a empezar.
No sé si hablo con una pared, pero incluso ella me escucha más que tú. No caígas, y sobre todo no me hagas caer, en esa absurda felicidad donde todo está bien mientras no sea vea la cagada monumental que es esto. Grita, joder, cabréate. No todo puede ser de color de rosa. No quiero ser un puto paseíto, quiero ponerte las cosas difíciles, quiero que me hagas luchar, porque si no caeremos en el absurdo de saber dónde dormimos pero no como pensamos. Despierta, despiértame conmigo. Dame algo, o no me des nada, pero sé radical.
No me dejes a medias, no seas a medias conmigo.

merçi